Y O G A
A pesar de ser una palabra ya muy conocida y usada, muchas personas desconocen su significado y todo lo que engloba.
En Occidente se entiende a menudo como una especie de práctica física: bien porque así la describe y recomienda un facultativo, un amigo, o bien por el simple hecho de ver imágenes de asanas en redes sociales y asumir que eso es Yoga. Esto muchas veces viene unido al deseo de realizar dichas posturas con la flexibilidad y rapidez de un contorsionista.
Muchos otros piensan, o bromean con sorna, que el Yoga consiste en mantener una postura sedente mientra se canta el Om, nada más alejado de la realidad de la práctica yóguica. Estas dos concepciones son simplemente una mínima parte que se encuadra dentro de la filosofía de esta ciencia milenaria.
Es cierto que la palabra «Yoga» tiene múltiples traducciones en sánscrito: unión, yugo, esfuerzo, entre otras. Se podría definir como la unión de cuerpo, mente y espíritu en busca del equilibrio que todos añoramos.
Además, nos ayuda a aceptar cada momento que vivimos y a entender el sentido que tiene la vida. Un aprendizaje para lidiar con el sufrimiento y para desprendernos de todo lo que es innecesario en nuestro día a día. Nos invita a vivir cada instante de forma consciente.
Las posturas (asanas), unidas a la respiración, son simplemente un instrumento de purificación del vehículo del alma (nuestro cuerpo). Nos ayudan a ser más flexibles, resistentes y refuerzan nuestro sistema inmunitario.
La meditación nos aporta la quietud que necesitamos. Nos ayuda a conocer nuestro interior, sin artificios ni maquillajes.
Practico yoga cada semana, ¿para qué voy a ir a un retiro?
Yo nunca he realizado práctica y no sé qué es yoga… ¿Puedo ir?
¿En qué consiste el retiro?
Personalmente, mi concepto de un retiro es muy diferente al de unas vacaciones o una huida del momento presente. Más bien al contrario, un retiro debe ser la herramienta que nos lleve a reencontrarnos con nuestro ser, desde el interior, y a fortalecernos con ese aprendizaje.
Un retiro de yoga es una práctica de reconexión contigo mismo en un entorno rodeado de naturaleza.
Al igual que el Yoga, un retiro nos da una visión más amplia, porque nos permite con delicadeza, adentrarnos en un mundo nunca antes transitado, donde la dualidad comienza a desaparecer dando paso a la observación, sin juicios ni etiquetas.
Desconectamos del ruido mental, los quehaceres diarios, las prisas y otras situaciones que nos hacen caminar de manera inconsciente. ¿Para qué? Para volver al origen: a la reconexión desde la quietud.
- La práctica física te ayudará a asimilar o perfeccionar cada postura. Disfrutarás y te conocerás a través de diferentes estilos de meditación.
- Olvidarás las imposiciones: podrás ir descalzo, con ropa cómoda y elegir que actividades deseas realizar.
- Aprenderás nuevos hábitos alimenticios de una forma sana, equilibrada y consciente.
- La práctica será personalizada . No importa tu nivel o si nunca has hecho yoga. Es una oportunidad para aprender desde la base. En cambio, si tu nivel es intermedio o avanzado te ayudará a progresar y, sobre todo, a crear la constancia en la práctica.
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